Océano y un mar de dudas.
Hoy el barco ha naufragado y sus tripulantes se ahogan esperando una salvación que parece tan ficticia como mi propia historia. El océano rompe contra la piel metálica y fría de lo que era un sueño; rompe el océano contra cada uno de los corazones parados de los marineros atrapados en tierra desde que nacieron. Se oye a lo lejos los gemidos de las olas cada vez más lejos y nadie entiende que ellos ya no vuelven.