Versos y otras aversiones.

Él sabía que los poemas son las sombras de un corazón marchito, como si de un barco que sucumbió al naufragio se tratase...  Él sabía que la tristeza es el sentimiento de los desterrados de alma, una tristeza que lloraba tinta lúgubre y oscura y que terminaba por empapar cuadernos enteros , dibujando trazos que parecían palabras... Él sabía que las lágrimas saben a soledad, y que lo llantos son ahogados por el mar en calma... Él sabía...

Esperaba un beso suyo día tras día, poema tras poema. Escribió y escribió pero tuvo la mala suerte de ser una simple piedra en el camino , un alma desgastada , una sombra en la que nadie se fijaría. Él no era nadie y sin embargo ella era su todo , como una musa , como una luz en la oscuridad , como una mariposa que había renacido ante sus ojos.  Él no era nadie y ella era su todo... Dicen que compuso canciones y poemas, que llegó a desgarrarse el alma por alguien que nunca se fijó en ese pobre inútil enamorado, dicen demasiadas cosas para tan corta historia... Decían mucho pero no sabían nada... Ella era su todo , él era la nada ...

Luna de plata serena, que con triste presencia  alumbras noches pasadas, y con nostalgia lloras  en silencio desterrado,  en silencio de tinta y papel. Ríos de Luna,  lágrimas muertas en tu nombre. Ríos de Luna,  que descienden de los cielos. Ríos de Luna, que acarician tu piel  con tacto delicado. Ríos de Luna,  que lloran versos de cobre,  suplicando un regreso, un regreso , que nunca vino.